El césped artificial deportivo en Madrid inunda la mayoría de terrenos de juego de nuestra comunidad.
Una revolución y evolución del juego que comenzó alrededor de los años 90, con equipos pioneros en la instalación del mismo como el Atlético de Madrid, en sus categorías inferiores, y continuado por la mayoría de equipos madrileños hasta el día de hoy. Desde equipos de prestigio y numerosos años de historia, hasta otros más modestos; y es que atrás quedaron los campos de tierra con sus irregularidades charcos y balones mikasa. Hoy en día muchos son los kilómetros que tendríamos que recorrer por nuestra comunidad para encontrar un campo de tierra en el que se dispute alguna liga federada.
El césped artificial ya es una realidad y además es un producto que no para de evolucionar . Numerosos equipos de nuestra primera división española, la liga Santander, además de otros como el rugby están alternando este producto junto al césped natural. Estudios recientes, y en diversos test se ha comprobado que en deportes de gran exigencia este modelo de césped artificial combinado con natural, presenta un grado mas alto de resistencia a la hora de que se levante o pueda ser arrancado.
El pádel es otro deporte que se ha sumado ha esta iniciativa desde hace tiempo y es que la federación profesional de pádel exige que sus pistas de competición deben de estar previstas de césped deportivo de pádel de 12mm de altura y 3.000 kg por pista de arena de sílice. (esta última favorece el deslizamiento de la pista de los jugadores en determinadas jugadas y minimizar el riesgo de lesión).
También otros deportes como el hockey sobre hierba disputado a nivel olímpico se compite sobre hierba artificial.
Como podemos comprobar muchos son los deportes que se practican sobre el pasto sintético denominado césped artificial y es que su alta capacidad de drenaje en caso de lluvia, el escaso mantenimiento y la fácil instalación del mismo, permiten que el césped artificial sea un gran aliado para la práctica del deporte.
